La Turquesa – La piedra de la amistad, el bienestar y la suerte.

La Turquesa es un mineral perteneciente al grupo de los fosfatos, de color azul verdoso, que ha sido apreciado como piedra semipreciosa y ornamental durante miles de años debido a su tonalidad inigualable.

Se trata de un mineral frágil, cuya dureza se sitúa justo por debajo de 6 en la escala de Mohs. Por lo general, las turquesas se presentas mezcladas con un material amorfo blanco, y cuanto mayor es la cantidad de este material, más pálidas y porosas resultan.

Su brillo es ceroso, o incluso casi vidrioso, y aunque en ocasiones pueden ser semitranslúcidas, normalmente son opacas.

Respecto a su color, éste se sitúa entre el blanco hasta el azul oscuro y el azul cielo, y desde el azul-verdoso hasta el verde-amarillento. El color azul proviene del cobre, mientras que el verde puede delatar la presencia de impurezas de hierro, o ser síntoma de deshidratación.

A menudo se afirma que la turquesa proviene de Turquía, pues las primeras gemas comercializadas se introdujeron en Europa a través de dicho país, junto a otros productos de la ruta de la seda.

Incluso según una creencia popular para que la turquesa transmita sus beneficiosas cualidades debe ser regalada, por lo que a menudo es conocida como “la piedra de la amistad”.

En joyeriaalmela.com hemos investigado sobre esta piedra que nos encanta, pero que se sabe poco.

De dónde viene la palabra turquesa?

La palabra turquesa se remonta al siglo XVI, su nombre deriva de una antigua palabra francesa que significa Turco, simplemente porque las piedras eran de las minas históricas de Irán.

Apreciada por Aztecas y Mayas.

La turquesa fue muy apreciada desde la Antigüedad, especialmente en Egipto y en México por aztecas y mayas quienes la usaban para confeccionar brazaletes, amuletos y mosaicos. En la actualidad para hallar turquesas es necesario dirigirse a regiones desérticas.

Algunos yacimientos históricos se han agotado ya, mientras que otros continúan aún en funcionamiento. La extracción de las piedras suele ser manual, con escasa o nula mecanización. Una de las fuentes de abastecimiento de turquesas de mayor importancia es Irán, y lo es desde hace al menos 2000 años, en tiempos de la antigua Persia. De este país proceden turquesas de color prácticamente perfecto, y se encuentran en una mina ubicada en la cima de la montaña Ali-Mersai.

3000 a.C. los antiguos egipcios ya extraían turquesas de la península del Sinaí. En la actualidad se conservan seis minas en la región, todas en la costa sudoeste de la península.
Las dos minas más importantes están en Serabit el-Jadim y Uadi Maghara.

Estados Unidos, por su parte, cuenta con yacimientos significativos en Arizona, California, Colorado, Nuevo México y Nevada, algunos de ellos aún en activo.

En China también se encuentran otros yacimientos de menor orden, explotados desde hace 3.000 años o más. Así, se encuentran gemas de calidad, en forma de nódulos compactos, en Yunxian y Zhushan, en la provincia de Hubei. Los chinos exportan la mayoría de sus turquesas, aunque también producen pequeñas tallas trabajadas de manera similar al jade.

En España se pueden encontrar turquesas en la mina de Valdeflórez (Cáceres), de un color azul intenso, por lo que son muy apreciadas. Otros enclaves de este mineral son El Trasquilón y Logrosán, en Cáceres; Cardeña, en Córdoba, y Mazarrón, en Murcia.

Las gemas en estado bruto pueden estar surcadas por vetas marrones o negras. Estas vetas aumentarán el valor de la turquesa en algunos casos (en el sudeste de Estados Unidos son muy apreciadas), o lo bajarán (en Asia se prefiere la pureza, y se valoran más las piedras sin vetas).

Además, se aprecian en gran medida la uniformidad del color, el brillo y la simetría de la piedra. Y al igual que el coral y otras gemas opacas, la turquesa suele venderse a un precio acorde a su tamaño en milímetros más que en quilates.

En ocasiones, y a pesar de cierta controversia existente al respecto, las turquesas pueden tratarse con cera o aceite, con lo que mejoran su coloración y lustre. Si la gema es de calidad alta, absorbe poca cera o aceite, y realmente no necesita este tratamiento para conservar su color y belleza.

Cabe destacar que la turquesa es una piedra cuya autenticidad es difícil de verificar.
Existen las llamadas “turquenitas”, mucho más asequibles económicamente y a menudo empleadas en bisutería. Pueden estar hechas de fragmentos de turquesa prensados (turquesas reconstruidas) o de howlita (piedra talco) teñida.

Las Turquesas más hermosas.

Entre las turquesas más populares destaca la “White Buffalo”, que se extrae de las minas en Dry Creek de Nevada (EEUU) y que es muy valorada en joyería. Posse un gran valor, ya que una vez extraída del terreno donde esté, nunca surgirán nuevas piedras con la misma tonalidad.

Otra turquesa muy apreciada es la turquesa persa, que se ha empleado en joyería desde la antigüedad y hay muchas minas en Irán que producen esta espléndida gema: las turquesas persas disponen de una amplia variedad de colores, que van del azul cielo a un verde pálido.

Características de la turquesa.

La turquesa es sublime, pero tiene un punto débil “es una piedra frágil”. Su dureza máxima en la escala de Mohs (una escala de medición que los gemólogos utilizan para evaluar la dureza de las piedras), se encuentra justo por debajo de 6, concretamente esto significa que sólo resiste a los arañazos del cristal.

  • Color: azul, azul claro, gris verde, verde, verde azul.
  • Raya: blanca.
  • Lustre: céreo.
  • Transparencia: de opaco a subtranslúcido.
  • Sistema cristalino: triclínico.
  • Hábito cristalino: prismas cortos, usualmente masivo, de grano fino, venas.
  • Dureza: 5-6.
  • Densidad: 2,7 g/cm3.

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Tiene un lustre ceroso muy especial y es opaco, sin embargo, a veces se encuentran algunas piedras muy finas con secciones semi-traslucidas.

Esta joya debe su color azul por la presencia del cobre en su composición química, mientras que el verde podría ser el resultado de cualquiera de las impurezas de hierro, o por la deshidratación de la piedra.

La turquesa no se disuelve, excepto con ácido clorhídrico caliente.

Como saber si la turquesa es original.

Recientemente se encontró turquesa (como con la mayoría de piedras opacas), la introducción en el mercado de tratamientos, imitaciones y piedras sintéticas.

Algunos crisoles o cuarzos en ocasiones pueden confundirse con la turquesa, o se utilizan para hacer imitaciones.

Los egipcios, fueron los primeros en producir imitaciones. Más tarde, también se utilizaron vidrio y esmalte, y en épocas más modernas la porcelana, plástico, etc…

La mayoría de estas imitaciones, obviamente, no tienen nada que ver con la turquesa natural, ya sea por sus propiedades químicas como físicas, excepto la turquesa Gilson, creada en 1972, cuya imitación tubo bastante éxito.

Las imitaciones más comunes que se encuentran hoy en día son el howlite magnesita o teñido azul. Ambos son blancos de forma natural. El Howlite, tiene vetas oscuras similares a la turquesa.

Otros minerales pueden imitarla: lapislázuli, esmitsonita, hemimorphite, carditis, y un hueso o un diente fósil llamado odontolite o hueso turquesa, de color azul.

Eligiendo nuestras joyas con turquesas.

La dureza y la riqueza de color son los dos factores principales que determinan el valor de la gema.

Mientras que el color es una cuestión de gusto personal, en general, el color más deseable es el azul intenso. Pero cualquiera que sea el color, la turquesa no debe ser excesivamente blanda, si no se trata, se decolorará con el tiempo al no soportar un uso normal.

Las piedras se encuentran a veces atravesadas por una red de venas de color marrón o negro formando una tela de araña y este veteado puede añadir valor a la piedra.

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Estas turquesas son muy apreciadas en el suroeste de los Estados Unidos, a diferencia del Próximo Oriente, donde la piedra ideal es impecable, de color uniforme y sin aparente veteado. Es una cuestión de gusto! Pero ten cuidado con el acabado y  la calidad del engarzado en las piezas terminadas. Este es un factor que obviamente influye en el precio de la joya.

También se debe considerar cuidadosamente la calidad del pulido y la simetría de la piedra. Las piedras calibradas son muy populares y pueden hacer subir los precios.

Lo que debemos saber: como la mayoría de piedras opacas, las turquesas no se venden  de acuerdo a su peso, sino por su tamaño. Por otro lado, u turquesa hizo sin tratar siempre se vende a un precio más alto.

Cómo mantener y limpiar la turquesa.

En general conviene recordar que la turquesa es especialmente frágil, por lo que los perfumes y cosméticos pueden afectar a su color, por lo que siempre será conveniente aplicarlos antes de la colocación de la piedra.

Asimismo exposiciones prolongadas a la luz solar pueden decolorarla o deshidratarla. Las turquesas se guardarán en estuches aislados, apartadas de otras piezas, para evitar ralladuras ocasionadas por otras
gemas de mayor dureza.

Después de su uso, sólo tienes que limpiar suavemente la joya con un paño suave para evitar que los depósitos puedan rayar la piedra.

Propiedades mágicas de la turquesa?

En muchas culturas, desde hace miles de años esta piedra ha sido considerada como una piedra sagrada, un amuleto o talismán.

La evidencia más antigua de estas creencias se remontan al antiguo Egipto, los muebles fúnebres con incrustaciones que datan de aproximadamente -3000 aC.

En el antiguo imperio persa, las piedras azules se llevaban alrededor del cuello o la muñeca como protección contra las energías negativas, ataques físicos, muerte accidental, el mal de ojo.

Una creencia muy extendida entre muchas civilizaciones afirma que la turquesa tiene propiedades mágicas: dicen que hace la fuerza y el coraje y protege contra la mala suerte.

También se cree que cambia de color dependiendo de la salud y la vitalidad de quien la lleva puesta, a pesar de que ahora sabemos que este cambio de color puede ser causado por la luz o por una reacción cosmética o química. Sin embargo, muchas personas encuentran que la turquesa es una piedra positiva, llena de ventajas: transmite suavidad, regula el sueño, ayuda a superar la timidez. Ayuda a calmar los males de estómago, la garganta y los pulmones.

Es la piedra del cielo, una piedra de la vida, la piedra de la gente, la piedra de la amistad, el bienestar y la suerte.