El rubí potencia la devoción, la integridad, el coraje y la felicidad, al tiempo que proporciona vitalidad, confianza y fuerza. Se considera, asimismo, que esta gema resulta eficaz para solucionar los problemas de salud relacionados con la sangre y las infecciones, y se emplea para aumentar los patrones de pensamiento positivo.
El rubí, junto a la Esmeralda y el Zafiro, forma parte de las piedras de colores consideradas como preciosas, debido a que cumplen tres de las características que las hacen muy apreciadas: su dureza, su escasez y sus extraordinarios colores.
Piedras preciosas de color, de buen tamaño y calidad son tan raras que una sin imperfecciones y de un color bien definido puede llegar a costar incluso más que un diamante de la misma calidad.
Es importante saber que esta piedra también se utiliza para celebrar el 40 aniversario de boda.
Principales productores de Rubíes.
Los rubís se obtienen en las minas bauxíticas por el método de lixiviación y flotación.
También se encuentran en los ríos poco profundos de zona mesolítica. Por lo general, tan solo el 1% de la producción es apropiada para joyería.
Se explotan yacimientos de rubís en Birmania, Sri Lanka, India, Madagascar, Tailandia, Brasil, Colombia, China y Rusia; y en menor medida en Sudáfrica, Australia, Groenlandia y Estados Unidos. Los de la península de Malaca y Tanzania son especialmente valiosos.
En cuanto a los tonos, el más apreciado es el color rojo oscuro o “sangre de paloma”, muy difícil de obtener en piezas de gran tamaño. Los rubís tailandeses presentan una tonalidad parda. De los yacimientos de Sri Lanka se extraen gemas de color rojo claro a frambuesa.
Características del Rubí.
Desde principios del siglo XX, la unidad de medida en el peso de las piedras preciosas es el quilate. Un rubí de 1 quilate pesa 0,20 gramos y 1 gramo da 5 quilates de rubíes. El peso en quilates de un rubí es una medición muy precisa que determina su precio.
- Categoría: minerales óxidos.
- Clase: 4.CB.05 (variedad del corindón).
- Fórmula química: AI2O3: Cr.
- Color: rojo; de amarronado a rosa tras ser pulido.
- Sistema cristalino: trigonal.
- Dureza: 9 en la escala de Mohs.
- Densidad relativa: de 3,0 a 4,2 según la cristalización.
Es importante tener en cuenta que la densidad del rubí es más importante que la del diamante, el Ruby tiene una densidad que varía desde 3,0 hasta 4,2.
El color.
El color y la intensidad son los dos primeros criterios de evaluación del rubí. El color se extiende con un rico espectro que varía de rosa a rojo marrón rojizo. Los mejores ejemplares tienen un tinte rojo transparente o translúcido que permite la luz.
El producto más solicitado y el color más raro son, sin duda, la «sangre de paloma», un rojo brillante, muy franco con un pequeño toque de azul. A menudo, el rubí tiene un color secundario.
Los rubíes de Birmania son de color rojo con algunos tonos de color púrpura.
El tono de la piedra se refiere al grado del color y puede también, afectar al valor de la piedra. Un rubí no debe tener el tono demasiado claro o demasiado oscuro, las piedras más bellas tienen un tono de «medio», «medio-oscuro.»
El último criterio es la saturación del color de la piedra preciosa. En él se describe la pureza del color de la piedra. Las piedras más finas son de saturación «brillante» o «fuerte».
El tamaño y la forma.
Es posible cortar la piedra de cualquier forma, ya sea, ovalada, redonda, rectangular, corazón.
Como el diamante, el lapidario debe tallar las facetas de la piedra preciosa, teniendo cuidado de respetar ciertas proporciones, lo que garantizará una buena intensidad de color y buen reflejo de los mismos. Por lo tanto, la tabla debe ser perpendicular al eje óptico de la gema para que la luz juegue con el color.
La pureza.
Los Rubíes no están sujetos a las mismas normas que los diamantes en cuanto a su pureza (claridad). De hecho, es imposible encontrar un rubí natural y tan hermoso como es, sin ninguna inclusión.
Por tanto, este factor se tomará en cuenta para determinar si la piedra preciosa es sintética o natural. Estas inclusiones son más o menos visibles, es por eso que el rubí natural no es analizado con un aumento x 10.
Precio y valoración del Rubí en el mercado.
Un rubí adecuado para joyería es aquel que se obtiene de forma natural. A diferencia de un diamante y sus conocidas 4 “C” –carat (quilate), colour (color), cut (talla) y clarity (pureza)–, en los rubís solo se consideran 3 “C”.
Así que, fundamentalmente, se analizan el color, la pureza y la talla. Dentro de estos tres criterios de calidad, se le presta especial atención al color (intensidad y tono), pero también a la forma del rubí, su proporción, su simetría, el estilo de su talla.
De cualquier modo, la valoración de los rubíes debe efectuarse bajo diferentes condiciones de luz. Al contemplarlos con una luz muy fuerte, los rubíes pueden parecer de un color muy intenso; sin embargo, si los observamos bajo una luz normal, las mismas gemas ofrecerán un tono menos intenso.
Para valorar su simetría, los rubíes se examinarán colocados boca arriba, y siempre se tendrá en cuenta su belleza en conjunto.
El precio del rubí es cada vez mayor, que va desde 600 a los 3000 euros el quilate en base a su calidad y procedencia.
Los Rubíes, excepcionalmente raros, pueden alcanzar hasta varios cientos mil euros por quilate.
Un rubí 16 quilates se vendió a finales de 1980 en Nueva York de Sotheby por 3.636.800 millones de dólares, un récord todavía hoy imbatido.