Desde sus inicios hace ya casi una década la firma Shamballa no ha dejado de sorprender al sector de la joyería con su innovadora propuesta de joyería trendy fruto de la fusión de dos mundos tan dispares como son el eficiente diseño nórdico y la espiritualidad del hinduismo.
El sorprendente resultado ha convertido las joyas de la casa en auténticos artículos de lujo, que han popularizado celebridades tan destacadas como Gwyneth Paltrow, Demi Moore o Helena Christensen.
Shamballa Jewels se creaba en el año 2004 por los hermanos Mads y Mikkel Kornerup, quienes mostraron desde el principio una innovadora y singular visión del diseño de joyas.
Las colecciones de esta firma, con sede en Copenhage, se basan en originales pulseras, pendientes y collares cuyas formas y trazos están influenciados por una curiosa mezcla entre el funcional diseño escandinavo y la cultura india más tradicional.
Piezas de una belleza extraordinaria, entre las que destacan los brazaletes macramé con espectaculares pavés, un exquisito diseño que rápidamente se popularizó entre las celebrities internacionales después de que la modelo Helena Christensen los luciera en una ceremonia de los Oscar.
MÁS QUE SIMPLES JOYAS…
El hinduismo invade de espiritualidad a estos diseños enfocados hacia la creación de energías. De este modo las piezas de Shamballa no sólo son hermosas creaciones joyeras, sino que también se convierten en mágicos amuletos, poderosas inspiraciones con las que afrontar los retos espirituales del día a día.
De este modo se observan en sus diseños símbolos como el rayo, que representa la fuerza masculina de la creación, y el inicio de Shamballa, que simboliza la energía femenina del universo. De manera destacada o discreta, los símbolos forman parte imprescindible de sus colecciones.
Según afirma Mads Kornerup, “por ejemplo los brazaletes con pavé son especialmente importantes para la colección, ya que además de haber sido los responsables de que Shamballa sea reconocida ante el gran público, encarnan nuestro deseo de impartir paz, serenidad y compasión tanto al usuario de la pieza como a quienes la contemplan”.
Asimismo uno de los grandes aciertos de la firma es el permitir que, por ejemplo, los brazaletes puedan personalizarse para reflejar la individualidad de su propietario.
Diamantes, oro blanco o rosa, ónix, rubíes, zafiros, tsavoritas, turquesas, corales… dan vida a estas joyas que asombran por ser bellos transmisores de emociones y sentimientos.